Después de ponerme cachondo, mi madrastra decidió ponerse traviesa. No pude resistir su gran culo y sus grandes tetas. Nos subimos y nos ensuciamos en la cama, con ella agachada lista para un viaje salvaje.
Después de un largo día, encontré a mi madrastra recostada en la cama, su voluptuoso cuerpo completamente expuesto.Sus curvas deliciosas y su amplio trasero eran demasiado para que me resistiera, encendiendo un fuego dentro de mí.Incapaz de mantener mis deseos a raya más tiempo, decidí pasar a la acción.Me acerqué a ella, mis manos explorando su forma, sus gemidos de placer resonando en la habitación.Ven con lujuria, la devasté, mi endurecido miembro encontrando su camino en sus profundidades invitantes.La vista de ella en cuatro, su redondo trasero balanceándose con cada embestida, fue suficiente para alimentar mi hambre carnal.Nuestro encuentro apasionado nos dejó a ambos sin aliento, nuestros cuerpos entrelazados en las gargantas del éxtasis.El sabor de su dulce néctar, la sensación de su firme sufrimiento contra mi palpitante hombría, fue una experiencia que me dejó anhelando por más.
Suomi | ह िन ्द ी | English | 汉语 | Magyar | Български | الع َر َب ِية. | Bahasa Melayu | Português | עברית | Polski | Română | Svenska | Русский | Français | Deutsch | Español | Dansk | 한국어 | Bahasa Indonesia | Italiano | Čeština | Ελληνικά | Nederlands | Slovenščina | Slovenčina | Српски | Norsk | ภาษาไทย | Türkçe | 日本語